lunes, 24 de enero de 2011

Más que un juego de niños


¡No todas las esculturas de arena iban a ser castillos! (Playa de Benidorm)

Si se habla de escultura efímera en la zona de Levante, a muchos les vendrá a la cabeza la manifestación más típica de este tipo de arte. Se trata de las Fallas, conocidas como Hogueras/Fogueres en la ciudad viva de Alicante.

Pero no sólo de cartón-piedra vive el arte alicantino. Los kilómetros de playa de la costa alicantina y el tiempo amable de la mayor parte del año han ayudado a que aparezca un arte mucho más económico que el de los ninots: las esculturas de arena.

Un cubo, una pala de plástico, el lodo humedecido de la orilla del mar y algo de imaginación. La vista en tierra durante horas. De vez en cuando, levantando la cabeza para descubrir algún invasor que acecha la fortaleza recién construida. De niños, construir castillos en la arena es un pasatiempo común en los días de verano.

Para algunos, sin embargo, ya no se trata de una diversión infantil. Moldear figuras en la arena es una forma de atraer a los turistas que caminan por el paseo marítimo y conseguir algunas monedas. A los visitantes les sorprende que las estructuras de estos castillos de playa sean tan sólidas. La arena de playa no es homogénea: está formada por miles de diminutos granos. ¿Cómo se consigue, entonces, que quede compacta? Científicos de la mismísima NASA también se lo preguntan. La respuesta podría tener aplicaciones importantes en la prevención de derrumbes de edificios en emergencias tales como los terremotos.

Al margen de la física, las esculturas de playa son algo más que un juego de niños. Tortugas, delfines, sirenas... Y zigurats. Y ciudades amuralladas. Y pirámides, y esfinges. Y escaleras imposibles, como sacadas de un cuadro de Escher. Entra en escena la voluntad de crear algo cercano al arte.

No existe aquí la excusa de la falta de recursos. El material es barato y accesible. Pero esculpir figuras en la arena requiere habilidad, dedicación y, sobre todo, paciencia. También humildad, mucha humildad. No en vano, éste es un arte que exige mantener la cabeza gacha. Y los artistas saben que no deben crecerse: todo su esfuerzo puede desmoronarse en lo que dura un pestañeo.

2 comentarios:

  1. Sin Paula y Dani y ese bonito día en Benidorm, no habría foto!

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  2. Y cuando pasa algún gracioso por allí y la pisa, eso es lo que da más rabia. Pero bonitas son e historia tienen.
    Cuando era pequeña, con unos 3-4 añitos, iba a la playa con mi padre todos los días que duraba el verano. Y ahí estaban, cada mañana me encontraba a alguien que montaba el chiringuito para hacer estas esculturas.
    Creo que este arte es parte de Alicante, probablemente también de otros sitios pero de aquí seguro.

    Vir

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