Una postal desde...Londres

Pero una mañana, de cielos despejados

y sol omnipresente, el tiempo se detiene.

Las notas de música de unos viejos instrumentos

combaten en el aire con el pasar de los segundos.

Mi cuerpo se para, mi mente se despeja,

se transporta a otro lugar, y allí, poco a poco,

el tiempo desaparece.

(Desaceleración-Foto y poema de Hugo Rodrigo *)

Un fotógrafo es, a menudo, un artista de calle. La calle es donde encuentra esas situaciones particulares, esos personajes particulares, esos lugares particulares…que le invitan a sacar la cámara y disparar. La fotografía callejera es un arte espontáneo, imprevisible, que consiste en atrapar el ‘instante decisivo’.

Aunque no siempre, claro. Algunas de las famosas fotografías en las que Robert Doisneau retrató las calles de París son el resultado de cuidados montajes con actores profesionales. Pero Doisneau también era sensible al talento que emergía en la ciudad: desde los pintores del Pont des Arts hasta los acordeonistas de las esquinas más escondidas. La fotografía y el arte callejero vivían un idilio en la ciudad más bohemia de Europa.

La foto de esta entrada, tomada en una acera de Londres, refleja esa unión entre música, fotografía y calle. El poema que la acompaña expresa la necesidad de apearse de la prisa y detenerse por un momento a escuchar. La música que se toca en la calle, en los pasillos del metro y en los bancos de las plazas se ofrece gratuitamente a todo el que pasa por el lugar. Para disfrutar de ella, sólo es preciso parar. Y, a veces, es inevitable hacerlo.

*Hugo Rodrigo es fotógrafo y periodista. Es locutor y guionista del programa Rock & Comics, y escribe en el blog Titulares en Viñetas.